PREOCUPACIÓN
Los focos del incendio, que ha generado preocupación y
debate en la segunda ciudad del departamento, provocan esporádicas columnas de
humo que, cuando son favorecidas por el viento, obstaculizan la visual a los
conductores que circulan por ruta 5, en virtud de su cercanía con el área
afectada; cuya superficie total se sitúa en el entorno de los 400 metros
cuadrados.
Cuando comenzó el incendio, el municipio se comunicó con
Bomberos y el Batallón Sarandí, y en respuesta acudió personal de ambas
dependencias. Mediante el uso de una retroexcavadora, perteneciente a esa
unidad militar, se crearon franjas anchas de terreno libres de vegetación,
conocidas como cortafuegos, para impedir que el fuego se propagara y quedara
circunscrito.
MÚLTIPLES
INTERVENCIONES
Desde entonces y hasta la actualidad, una dotación de
Bomberos que oscila entre 8 y 9 efectivos se ha hecho presente en más de cinco
oportunidades, a requerimiento del municipio o de la dirección de la Escuela N°
81 afectada reiteradamente por el humo. Algunas de esas intervenciones de
Bomberos tuvieron como objetivo combatir los focos ígneos mediante la
utilización de tres mangueras de alta presión de 22 mm. conectadas al depósito
de 2.000 litros de la autobomba montada en el camión Ford 4000, modelo 1997,
del que dispone la unidad. Pese a la limitación determinada por las posibilidades
de desplazamiento del antiguo vehículo entre la basura acumulada, la acción de
Bomberos evitó en una ocasión que el fuego se propagara hacia los campos
ubicados al fondo del vertedero. En contrapartida, las intervenciones han
resultado un paliativo insuficiente para dar respuesta al perjuicio causado a
la escuela por el humo ya que éste, una vez extinguido el foco que lo provoca,
vuelve a resurgir una hora después.
SIN VIGILANCIA
En una de las ocasiones en que Bomberos acudió al vertedero
no pudo ingresar ya que el ingreso al predio, una portera que permanece abierta
y carece de vigilancia, estaba obstaculizada por una cantidad importante de
basura arrojada allí irregularmente. En otras ocasiones, la dotación de
Bomberos, cuyas intervenciones fueron debidamente asentadas en el libro de
contralor y monitoreadas por el sistema de control de unidades del Ministerio
del Interior, acudió al vertedero con el propósito de efectuar valoraciones
técnicas. Como resultado, se sugirió al municipio que cubriera con balasto los
focos ígneos para facilitar su autoextinción y minimizar las emanaciones de
humo. En base a esa recomendación, en más de una ocasión camiones
municipales han derramado una capa de balasto sobre el área en ignición pero,
invariablemente, los focos vuelven a reavivarse, causando nuevas columnas de
humo.
DEBATE SOCIAL
La situación ha provocado debates a nivel de las redes
sociales en la segunda ciudad del departamento, cuyo alcalde Cayetano Stopingi
declaró a medios de prensa que la situación “desnuda algunas falencias a nivel
institucional; nuestras y de otras organizaciones vinculadas a la solución de
éste tipo de problemas”. A través de su cuenta de Twitter, Stopingi había
calificado anteriormente la situación como “nada grave”. “Ya está controlado,
la limpieza que estamos realizando removió basura y tomó fuego”, manifestó el
alcalde el día que comenzó el incendio.
No obstante a 11 días de comenzado el incendio, y pese a la
intensa labor desplegada, las emanaciones de humo continúan y, según indicaron
a EL HERALDO algunos conductores, amenazan convertirse en un riesgo
para el tráfico vehicular en Ruta 5.
EL HERALDO
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