viernes, 2 de diciembre de 2016

Reconocimiento público a Alberto Cruz y ABC


Este jueves en el Centro Cultural Florida ante un muy nutrido marco de público se realizó un acto de reconocimiento y homenaje público a Alberto Cruz y a la librería ABC que luego de 35 años cerró sus puertas.
El reconocimiento fue organizado por amigos de Alberto Cruz como Hugo Riva, José Monti, Hilario Castro, José María Olano y con el apoyo de Roberto Diringuer y Daniela Fontes, entre otros.
Quien primero tomó la palabra fue Hugo Riva, quien explicó la importancia del homenaje y las razones por las cuales decidieron realizarlo. En primer lugar Riva destacó la época en la que nació la librería ABC. “Año 1981, con una serie de dificultades que vivía el país, Alberto tiene la idea de crear una librería y de alguna manera fue una derivación de su actividad docente, del enfoque didáctico con el que ha enfrentado siempre las cosas de la vida”.
Hugo Riva subrayó por sobre todas las cosas la dignidad con la que Alberto Cruz enfrentó los golpes que le dio la vida. “Desde el principio en su actividad como docente y luego proyectada en la librería, Alberto fue un ejemplo de dignidad”, dijo.
“Muchos pueden tener actitudes distintas. El ruin justifica los medios, la persona digna trabaja seriamente sin distinciones y así fue el trabajo de Alberto a lo largo de 35 años en la librería, en las malas y en las buenas”.
Riva destacó también que el enfoque de la librería siempre estuvo en la cultura y como derivación natural de ella, en la educación. “En ningún momento Alberto ha dejado de ser un educador, un hombre que permite que haya opiniones, que acepta las discrepancias, que sin agresión plantea las suyas y en la librería ese trabajo se hizo espontánea y naturalmente”, indicó.
LA PREHISTORIA
Hilario Castro fue otro de los amigos de Alberto Cruz que habló en el acto de reconocimiento público realizado anoche en el Centro Cultural. Castro dedicó gran parte de su oratoria a lo que el llamó “la prehistoria” de la librería ABC.
En este marco hizo alusión a la vida de Alberto Cruz antes de llegar a la librería, en su época de estudiante en el IPA, luego como docente en liceos públicos y privados de la ciudad de Florida y en el instituto normal. “Todos quienes fuimos sus alumnos vimos en él un referente por su ética, por que era un hombre abierto, un hombre que estimulaba a pensar, que estimulaba a investigar, con una gran amplitud, sin preconceptos, sin dogmatismos y que estimulaba la lectura. Nos despertó ese espíritu crítico, ese espíritu inquisidor”, indicó Hilario Castro.
“En febrero de 1976 Alberto Cruz fue destituido de todos sus cargos docentes. Ya tenía a su hijo Pablo y yo viví junto a él lo que significaba de la noche a la mañana quedar sin trabajo. Él con empuje, con hidalguía, con dignidad, siguió adelante. Recuerdo que tenía una moto y salió a vender bolsas de portland para una barraca, luego fue cobrador de un estudio contable como forma de sobrevivir, pero no era sólo sobrevivir materialmente, había que sobrevivir espiritualmente en aquellos momentos de oscuridad y silencio. No podía desarrollar su vocación docente pero con la ayuda de su amigo Hugo Riva se vinculó con la editorial Banda Oriental y comenzó a vender libros en forma ambulante. Porque no sólo la docencia directa sino también el libro es un gran difusor de cultura. Así con esfuerzo y sacrificio comenzó a vender y llegar a la gente. Ya para 1978 tuvo la idea de crear la biblioteca circulante ABC, para el préstamo de libros, para que el factor económico no fuera un impedimiento para que la gente pudiera leer. Todo eso él lo pensó no sólo para la ciudad sino que fue más allá y comenzó a concurrir a Sarandí Grande para llevar y vender libros. En ese entonces fue detenido por la policía por vender libros. La historia comienza un 1º de julio de 1981 cuando abre sus puertas la librería ABC”.
AGRADECIMIENTOS
Alberto Cruz agradeció a todos los presentes e hizo referencia a la canción de Mercedes Sosa “gracias a la vida que me ha dado tanto”. Dijo que sus cuarenta años vendiendo libros lo ayudaron a vivir y a ser feliz. “A pesar del cuestionamiento y un montón de obstáculos he sido feliz con los libros y tengo mil anécdotas y recuerdos que se me vienen a la mente”, subrayó.
EL HERALDO


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