Los jugadores
de la selección cuentan con respaldo popular para enfrentarse a Tenfield. Lo
tienen porque se lo ganaron en la cancha y también por lo que hizo la empresa de Paco Casal en estos 17 años.
Actualizado: 31 de Octubre de 2016 | Por: Diego Muñoz
-Después de que Casal ingresó de prepo a una asamblea de
clubes exclusiva para dirigentes, Tenfield adquirió los derechos de la AUF con
una oferta 32 millones de dólares menor a la otra oferta presentada.
-Junto a Eugenio Figueredo co-gobernaron en la época más
oscura de la historia de la AUF, extendieron el contrato a espaldas de los
clubes y dirigieron una selección privatizada durante años.
-El día de la clasificación al Mundial de Japón-Corea el
tablero electrónico del Estadio en vez de agradecerle a los jugadores le
agradeció a Casal.
-Con el verso de que nadie ponía plata en el fútbol uruguayo
echaron a quienes intentaron venir al Uruguay, hicieron un negocio
multimillonario solo para ellos y hundieron en la miseria y la dependencia a
los clubes. Mientras la empresa Tenfield recibe, solo en concepto de abonados,
42 millones de dólares al año paga 4.368.000 dólares para que se repartan los
14 clubes chicos de Primera y 1.320.000 dólares a cada grande.
-Su sello, su seña de identidad, es la prepotencia, la
amenaza, la bravuconada. En estos años han perseguido, amenazado y sacado del
medio de manera sistemática a quienes osaran cuestionarlo. Sean jugadores,
técnicos, empresarios o periodistas.
-En ese intento de silenciar todas las voces críticas le
sacaron los goles a canal 4 y le prohibieron la entrada a la inauguración del
Campeón del Siglo, como medida de presión para que echaran al periodista
deportivo que no les gusta.
-Ofrecen una transmisión anacrónica, con chistes internos
fuera de lugar.
-Los domingos en la noche los informativos muestran cuatro
goles de los partidos menos trascendentes de la fecha y luego la gente queda
obligada a ver el único programa que puede pasar los compactos. Si no,
terminará observando el día después una serie de goles en donde no se ve más
que la pelota cuando entra al arco.
-Quienes lo defienden no gozan de la popularidad y
credibilidad necesaria para que el público crea su discurso.
-Sus brazos ejecutores en la AUF son personajes como Freddy
Varela, Mario Bursztyn o Ernesto Dehl.
-Destituyeron a un presidente de la AUF que gozaba de
popularidad y era bien visto por la gente solo porque no decía “Sí Paco” a todo
y esto entorpecía sus negocios.
-Lograron que un presidente de la República sacara a un
ministro de Turismo y Deporte que los estorbaba.
-Ese mismo presidente, por primera vez en la historia de la
tributación, le archivó a Casal una denuncia por defraudación tributaria.
-Cuando la empresa Fox puso publicidad en la camiseta de
Fénix, el sitio oficial de la empresa tapó el logo con una pelota con
Photoshop.
-Desde ese mismo sitio y desde los programas oficiales de
su mundo, se opera de una forma ruin, con verdaderas campañas despreciables,
contra los que no dicen amén.
Si con eso no alcanza para explicar por qué la gente tiene
mala consideración de Tenfield, acá también se agrega un par de detalles por las
que tal vez los futbolistas de la selección se plantaron.
-Dijeron basta después de ver cómo los millones de dólares
que ellos generan se los lleva la empresa y la AUF recibe migajas.
-Los jugadores de clubes como Villa Española, Miramar o
Wanderers, y el sector de la Mutual encabezado por Fabián Pumar también se
decidieron a acompañar un pedido de libertad imprescindible.
-Unos y otros se dieron cuenta que Tenfield, que decía
haber nacido para proteger a los futbolistas, en realidad se aprovechó de ellos
durante casi 20 años.
Diego Muñoz
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