lunes, 20 de junio de 2016

Explotó otra fiesta clandestina: heridos, daños, guardias truchos y enfrentamientos

La sede y la acera del Club Nacional de Fútbol de Florida fueron escenario de una batalla campal. Una fiesta clandestina, denominada #demboyfest, teminó mal. Sus animados organizadores, algunos menores de edad, violaron todo tipo de reglas: alquilaron la sede para un cumpleaños, contrataron guardas inhabilitados, vendieron entradas, se enfrentaron con la Policía, apedrearon, y hasta defecaron en los porches de casas linderas.
Además, provocaron todo tipo de daños: roturas en baños, vidrios, así como puertas y cerraduras por al menos 10.000 pesos.
Pero la fiesta clandestina no se armó de la noche a la mañana. Tuvo difusión en las redes sociales. Allí, con un “video promocional”, se convocaba varios días antes a la concurrencia a la sede del club tricolor. Tuvo 600 reproducciones. Unos cuantos lo vieron.  
Pero se anunciaba además la venta de entradas a $70 y $80 pesos. Pulseras, que fueron enviadas a imprimir con anticipación. El consumo de alcohol “autorizado” a quien lo llevara y la presencia de “muchas nenas, perreo y sorpresas”.
La convocatoria era clara: “Sede de Nacional a las 23:00 horas. Tienen que llevar cédula, el que quiera lleva alcohol. Y solo lleva la cédula. Hasta las 6 (de la mañana) la rompemos”.
GUARDIAS TRUCHOS Y BALAS DE GOMA
Pero lo que parecía otra fiesta clandestina que no pasa a mayores, esta vez tomó estado público por un detalle de los guardias “truchos”: capsaicina en aerosol, o mejor conocido como gas pimienta.
Uno de los “guardias” lo utilizó dentro del local ante un pequeño desmán que luego desató un disturbio.
El gas provocó que los jóvenes, adolescentes en su mayoría, corrieran de las instalaciones hacia la calle. Allí, ya reinaba el descontrol y alguien solicitó presencia policial.
Los agentes se encontraron con un descontrol de tales características, que determinaron la actuación del Grupo de Respuesta Táctica.
Tres móviles y el uso de armas de munición no letal fueron necesarias para la disuasión. “Pero los muchachos ni se inmutaban”, dijo una vecina del lugar.
“Apedreaban a la policía, tiraban botellas, había peleas, iban y venían los patrulleros. Tuve una sensación horrible de abrir la puerta de mi casa y encontrarme con agentes armados”, relató una mujer a FloridAdiariO.
Por si esto fuera poco, a la sede también le tocó. “Rompieron los baños, los vidrios, y hasta la cerradura de la puerta. Yo no podía creer el panorama que me encontré cuando me contaron además de la policía: me lo habían pedido para un cumpleaños”, dijo Gustavo Dalto, concesionario del lugar.
El hombre evaluó los daños en 10.000 pesos que la Justicia dispuso pagarán los responsables o sus mayores a cargo.
Las autoridades detuvieron, en su mayoría, a menores y un mayor (ver nota en breve) de quienes la Justicia dispuso libertad con prevenciones y el pago de daños, según confirmó FloridAdiariO.


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