jueves, 21 de mayo de 2015

La Policía empieza a perder las esperanzas

LA VERSIÓN DEL DIARIO EL OBSERVADOR

A medida que pasan las horas y la médica Milvana Salomone no aparece con vida, la Policía empieza a perder las esperanzas. La búsqueda continúa y ayer, en una reunión de la cúpula policial del Ministerio del Interior, se definió limitar las pesquisas a un círculo más reducido.
Los investigadores toman como lapso de indagatoria de los pasos dados por la profesional, el que va desde el último registro del GPS del celular, al lugar en donde fue encontrado el vehículo prendido fuego. Esto, a su vez, limita tanto la cantidad de horas a investigar como los kilómetros a rastrear en Montevideo, indicaron a El Observador fuentes de la investigación.
El círculo íntimo de la mujer declaró el miércoles ante la jueza Dolores Sánchez y la fiscal María de los Ángeles Camiño. El hijo de 13 años, el esposo y el hermano de la médica concurrieron al juzgado en calidad de testigos, junto al abogado Jorge Barrera, que representa a la familia.
El hijo relató a la jueza y a la fiscal que estuvo junto a su padre durante la tarde del domingo y aportó detalles al respecto, informaron fuentes del caso a El Observador.
Confirmó que después de ver el clásico entre Peñarol y Nacional en el Estadio Centenario fueron a su casa, en el Parque Batlle, donde su padre se acostó a dormir una siesta. Al despertarse, el padre notó que la ginecóloga, que había viajado a Florida a visitar a su madre, no había regresado, por lo que la llamó por teléfono. Como no respondía, salió a buscarla a centros asistenciales. Al constatar su ausencia, presentó la denuncia policial por su desaparición.
La camioneta en que viajaba la mujer ingresó a Montevideo en la tarde del domingo y se habría dirigido hacia su casa. Al día siguiente, el vehículo fue encontrado incendiado en el barrio Sayago, con dinero y la tableta de la profesional adentro. De esta manera, se desmoronó la hipótesis de una rapiña. Ante la falta de un llamado pidiendo una recompensa, también se debilitó la posibilidad de un secuestro.
En las últimas 48 horas quien ha colaborado con la familia y la Policía en la búsqueda ha sido el vidente Marcelo Acquistapace.
La familia de la ginecóloga le pidió colaboración a Acquistapace, que aportó algunas “visiones”, informó una fuente (ver apunte al final). La Policía focalizó la búsqueda en zonas similares a las visualizadas por el vidente: el Cerro y Ruta 5. Sin embargo, la desaparición sigue siendo un misterio.
EL CÍRCULO ÍNTIMO
La doctora emprendió el regreso de Florida –donde fue a visitar a su madre enferma– cuando terminó el primer tiempo del partido clásico. Una cámara de seguridad de una estación de servicio de Florida muestra que la mujer cargó nafta a esa hora y subió sola al vehículo. Sin dar mayores detalles, las fuentes dijeron que existe la certeza de que la médica entró manejando a  Montevideo. Sin embargo, nunca llegó a ver a una paciente que la esperaba en el Británico.
Como sucede con cada desaparición, tanto la Policía como la Justicia comenzaron a buscar información en el círculo íntimo de la persona ausente. La médica proviene de una familia acomodada económicamente: su padre, también ginecólogo, es propietario de una empresa vinculada a la salud, y su marido es socio de una clínica de equipos médicos.
Una periodista, amiga de la ginecóloga, también declaró ayer en el juzgado como testigo.
LAS VISIONES DE ACQUISTAPACE
El vidente Marcelo Acquistapace ha colaborado reiteradas veces en investigaciones policiales. Aportó visiones sobre la desaparición del niño Jonathan Viera, ocurrida en 1991 en Salinas; la explosión de una cañería de Botnia, en 2009; la desaparición de Natalia Martínez, en enero 2007; el accidente con siete sobrevivientes en el Río de la Plata, en 2007; el homicidio de Paula Iglesias, en diciembre 2005; la desaparición de Ana Paula Graña, en diciembre 2000; los asesinatos de Ana Luisa Miller y María Victoria Williams, en 1993.
EL OBSERVADOR

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