El
día que indican se inundó, cayeron 24 milímetros, pero Riva afirmó: “cayeron 100
milímetros en 20 minutos”. Eso nunca sucedió. 20 días antes cayeron 121
milímetros en Florida en 48 horas y el teatro no se llovió. Los registros son
oficiales, las declaraciones también.
El
director de Cultura, Alvaro Riva, no supo explicar fehacientemente cómo
entraron al menos más de 300 litros (o más) de agua al teatro 25 de Agosto que,
según reconoció el jerarca, afectó la moquete que “no se cambiará”.
Pese
a ello, fue respaldado por el intendente Carlos Enciso y la secretaria Macarena
Rubio quien, además afirmó: “estamos ante una situación tan compleja como la de
Sitio Pintado”.
ANTES NO SE
LLOVIÓ
Si
bien se hizo referencia, una vez más, a que la turbonada movió 25 centímetros
un equipo que pesa entre 1200 a 1500 kilos el pasado 25 de setiembre (fue un
día antes), Riva dijo: “Nunca se pensó que hubiese daño estructural porque no
se percibió”. No obstante, un arquitecto de la comuna, indicó peligro de
desplome. Y ello provocó clausura. Ahora, una ingeniera externa, afirma que no
hay peligro.
Luego
afirmó que el 5 de octubre “se produjeron lluvias intensas”, aunque en Florida,
capital, siempre según el registro oficial de Meteorología, cayeron solo 24
milímetros.
“Recién
ahí se produce la inundación, por lo que hay dudas de que la obra en sí haya
sido la causante ni tampoco la turbonada”, sostiene el director.
“No
podemos saber si las aguas entraron por daños anteriores -este techo tiene 70
años-, si hubo levantamiento de chapas, si hubo obstrucciones de cañerías, o si
hubo otro tipo de causales como las estructuras que se colocaron arriba o el
tránsito de los operarios en el techo”.
Al
parecer, estos detalles no fueron o no han sido revisados.
Riva
indicó que el teatro cuenta con cuatro desagües de 100 milímetros, pero por una
razón no explicada, no soportaron 24 milímetros.
20
días antes de la inundación marcada por esos 24 milímetros, los días 14 y 15 de
setiembre cayeron en Florida 121,6 milímetros. Entonces, el teatro no se
llovió.
Anteriormente,
los días 3, 6 y 7 de setiembre, también llovió en Florida capital, con un
registro acumulado de 39.2 milímetros. En esa oportunidad, tampoco se llovieron
las instalaciones.
Se
estima además, que la inundación acumuló más agua de la señalada, puesto que
Florida registró lluvias los días 6 (15 mm), 9 (28 mm) y 10 (14 mm) entre los
principales registros.
“Esperemos
que no vuelva a ocurrir”, fue la respuesta de Riva respecto a la eventual
situación de nuevas lluvias. Y ahora con la sala en funcionamiento.
El
Director de Cultura indicó que reconoce daños en el máximo escenario floridense
desde el año 2010, cuando el intendente Carlos Enciso indicó obras que no
solucionaron los problemas. Pero afirmó que ahora el objetivo es “climatizar la
sala”.
Las
lluvias provocaron daños en una moquete desvencijada, con agujeros,
levantamientos, cortes y ahora una humedad que dejó manchas considerables.
“No
vamos a cambiar la moquete -según el jerarca es el daño más grave y no lo hubo
en equipos- sin antes cambiar el techo: las humedades son un problema endémico
del edificio. El intendente encargó obras en 2010, se hicieron. Y a pesar de
ello, hay problemas que serán abordados”.
Riva
reconoció además que “hay una pequeña obstrucción en uno de los canalones, hay
chapas levantadas en clavaderas, y no tenemos pensado cambiar cerchas y vigas
aunque algunas de ellas están podridas. Es un desafío para el futuro (…) en uno
o dos daños hacer esos trabajos”.
¿Y CÓMO
ENTRÓ EL AGUA?
Riva
indicó que hoy en día “no hay posibilidad de resolver absolutamente (el
problema de entrada de agua) y aseguró: tengan en cuenta que el día 5 de
octubre cayeron más de 100 milímetros en 20 minutos”. Tal como ya apuntamos,
este detalle no sucedió.
Si
bien sostiene además que nada marca que los apoyos para los pesados equipos
hayan provocado los daños, no se explica cómo ingresó la lluvia.
“Ni
los ingenieros ni los arquitectos deducen que haya entrado por el levantamiento
de chapas”, agrega después respecto de la causante señalada hacia el viento.
No
obstante, reconoce que “hay entradas de agua por la estructura nueva, pero esta
no es necesariamente la que provoca la inundación”.
Y
luego agrega: “Puede que sí en algunos aspectos y puede que no en otros. Hay
unas pequeñas entradas por la obra nueva, pero el grueso de agua tiene que
haber entrado como un tanque entero (unos 300 litros) por un suceso puntual que
no ha sido establecido ni por los ingenieros ni por los arquitectos”
FLORIDADIARIO
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