miércoles, 2 de julio de 2014

Otra prueba superada

El ingenio optimiza el espacio en Florida Televisora Color (FTC), canal de cable floridense. Es una casa de dos pisos llena de recovecos, mamparas de maderas, cables y enchufes. La magia de la televisión permite cuatro locaciones para magazines, ciclos deportivos, informativos y de entretenimientos. El estudio principal, de no más de 50 metros cuadrados, alberga al noticiero, al humorístico ASS (Atrapados sin salida) y a Luz en la oscuridad. Para llegar ahí hay que subir una pequeña escalera, de sólo cuatro peligrosos peldaños, complicados para una persona ciega. Ciegos como los conductores de este último programa.
Subir la escalera nunca ha sido un problema para Alejandra Abal (49) y José Andrés García (58), conductores de 'Luz en la oscuridad', programa televisivo semanal que FTC presenta como el primero producido, guionado y conducido por personas ciegas en Uruguay, y que está en el aire desde septiembre de 2012. Eso y enfrentar las cámaras, que no pueden ver, no son más que otros obstáculos a superar.
Esta idea nació de los propios asistentes al Centro Braille departamental. Fernando Giordano, su encargado, habló con el director de FTC y consiguió una media hora semanal los martes a las 20 horas, sin costo ni rédito; no hay publicidad. "Nosotros somos solo la cara visible, nos apoyan todos los compañeros del Braille", dice José Andrés, maestro jubilado, quien perdió la visión a causa de una diabetes hace seis años. Viudo, tiene dos hijas, dos nietas y una misión en la televisión: "Tratar de que no se nos mire por la discapacidad sino por lo que somos. Siempre hemos estado (los ciegos) como apretados contra las paredes, tratamos de salir a la calle con nuestros bastones para marcar presencia, somos ciudadanos como todos, solo que perdimos la vista".
La sala de control y los monitores están en el mismo estudio.
Celebra la vida, de Alex Fernando, es la cortina musical del inicio. Por toda escenografía, hay dos sillones de cuero sin posabrazos -los mejor enfundados de todo el canal- y un cartel que reza "Florida departamento amigo", "Dirección Nacional de Administración" y "Centro Braille Municipal". 
Micrófonos en mano, José y Alejandra saben perfectamente dónde está la cámara fija. El jefe de operadores Pablo Lissio dice "aire" y comienza la función.
AL AIRE
José y Alejandra son más que la cara del programa. También gestionan las entrevistas y el contenido. Ya se han acostumbrado a ser reconocidos en las calles de Florida. FTC forma parte de Video Cable Florida Digital, presente en la capital departamental, Santa Teresa, Cardal, 25 de Mayo y la zona rural cercana; según el operador Freddy Caula, hay unos ocho mil hogares abonados al sistema. El programa habla de las actividades del Centro Braille y las posibilidades que el lugar ofrece, y suele tener como invitados en el estudio a expertos en temas de la vista, ya sean médicos o docentes de manualidades especializados en este tipo de población.
"No es un programa pensado solamente para ciegos", acota sin embargo Alejandra, con una sonrisa que deja en evidencia lo imposible de tal cosa en el medio más visual de todos. Una vez invitaron a la fundación local Recrear, que trabaja con niños autistas, para difundir sus actividades. Ese día, el espacio quedó chico entre niños, madres y emociones. "Fue increíble que ellos (José y Alejandra) dispusieran su media hora para los demás. Cuando uno piensa que es a ellos a quienes hay que ayudar, ellos fueron quienes ayudaron a los demás", dice Freddy Caula, conmovido. Todo gira en torno a una palabra: superación.
Siempre hay un video -usualmente bajado de Internet- que oficia de pausa. El de este programa se llama ‘La amabilidad es contagiosa’ y está notoriamente filmado en el extranjero. Un relator en off, Fernando Giordano, narra para el público no vidente qué es lo que se está viendo: "Un chico anda en skate, se cae y lo auxilia un hombre. Luego, ese chico ayuda a una anciana a cruzar...". Para quien puede ver, resulta casi cómico y bizarro; pero el objetivo es dejar claro un mensaje. "Si usted ve a una persona con un bastón blanco en una esquina, por favor ayúdela a cruzar", remata Alejandra. Ella se muestra más segura en la conducción que su compañero. El invitado es el oftalmólogo Yamandú Bermúdez, vecino de Florida, quien hasta enero fuera Director General de Salud.
VOLVER A EMPEZAR
"¡Somos totalmente amateur!", ríe José Andrés. "¡Nos dijeron de venir a probar y acá estamos! ¡Nos hablan desde donde está la cámara y hablamos!". No hay que buscar profesionalismo. El entorno está acorde: a centímetros del plano enfocado hay un dispensador de agua y un armario repleto de paquetes abiertos de yerba. No hay que buscar más pretensiones que vencer otro obstáculo, algo con lo que lidian a diario. Alejandra, ama de casa, casada y con una hija, perdió la vista en ambos ojos debido a desprendimientos de retina, en 1992 y 1998. "Fue complicado. Yo tuve muchas intervenciones quirúrgicas; luego de cada una tuve que hacer reposo y con la cara hacia abajo porque me ponían un gas muy liviano que tenía que subir. Y luego controles, y que eso no diera resultado... era frustrante".
Para el invitado se dispone una cámara extra que lo enfoca directamente. Bermúdez habla de las 30 mil operaciones de cataratas realizadas en el Hospital de Ojos, de esa enfermedad como la primera causa reversible de ceguera y del glaucoma como el principal factor de irreversibilidad. Alejandra repite las vías de contacto, un teléfono fijo y un celular (en poder de José), para los televidentes que tengan alguna consulta. Esperan un aluvión de llamadas, algo que había ocurrido en programas anteriores, pero ninguno suena. Tras un silencio incómodo, sigue la intervención -casi un monólogo- del médico: diabetes, prevención, "si se compra carne en una carnicería, los lentes para el sol tienen que comprarse en una óptica...".
-¿Y el glaucoma y la marihuana? - pregunta José Andrés; la palabra "marihuana" provoca sonrisas tras bambalinas.
-Yo me recibí en 1986 y ya se hablaba de antes. Se usa para mitigar el dolor.
-Encontré un caso en Internet donde a un señor lo autorizaron a usarla, lo que le permitió sobrevivir más tiempo...
-Reitero: no es un tratamiento, solo sirve para aliviar el dolor. Nosotros, por ahora, no la prescribimos.
Alejandra está notoriamente contrariada por la falta de interacción con los televidentes. "No hubo llamadas. No sé qué pasó". Honestidad total al aire. Saludos, agradecimientos y despedida. El programa termina con ‘Volver a empezar’, de Alejandro Lerner, como cortina musical.
Fuera del aire, hay más saludos, risas, abrigos y a casa. Será hasta el próximo martes. Hay que tener cuidado al bajar la corta escalera.
-¿Nunca les dijo nadie que era raro que ustedes condujeran un programa de televisión?
-¿Sabés que no? -replica Alejandra.
-¡El día que nos digan eso nos vamos a poner a temblar!-larga la carcajada José.
A TRABAJAR DE OTRA MANERA
Pablo Lissio es el jefe de operadores y el encargado de programación de FTC; y alguien muy sorprendido cuando le dijeron, en septiembre pasado, sobre el nuevo programa. "Nosotros acá estábamos acostumbrados a manejarnos con señas y poco diálogo con los conductores. Y acá fue necesario hablar detrás de cámara, que la voz nuestra saliera al aire. Nos adaptamos". Freddy Caula, otro operador, agrega que temían por la integridad de los conductores, dada la gran cantidad de escalones y cables que hay en el piso. "Nosotros teníamos más miedo. Ellos no tuvieron ningún problema. Y nunca los vas a ver mal sentados o sin mirar a la cámara".
"NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA"
El primer programa de Luz en la oscuridad salió al aire el 18 de septiembre de 2012. Al inicio, cuando Alejandra o José se despedían con un "chau, nos vemos la próxima semana", los operadores quedaban congelados, mirándose entre ellos. ¿Qué es eso de "verse"? Los conductores, que hablan con total naturalidad, percibieron esa extrañeza y les retrucaron con humor: "¿Cómo no viste aquello?". Fernando Giordano, encargado del Centro Braille Municipal, sostiene que hablar con otro lenguaje con ellos "sería marginalizarlos". José es enfático: son ciegos y no "no videntes". "Nunca escuché un `no oyente` en mi vida".
EL PAÍS DIGITAL

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