El accidente ocurrió a la hora 1:30 en la esquina del Rosedal. Allí impactaron en forma semi frontal dos motocicletas, una Yumbo 110cc piloteada por un adolescente que llevaba como acompañante a otro adolescente y una moto Rocket 125 cc piloteada por un joven mayor de edad que llevaba como acompañante a otro joven.
El choque se produjo cuando una de las motos que había ingresado por la calle Coralio Lacosta circulaba en bajada frente al Rosedal y se aprestaba a doblar hacia la derecha cuando se encontró de frente con la otra motocicleta que circulaba también en bajada desde el sector sur del Prado.
Sin dudas, el exceso de velocidad fue la clave para que se produjera el siniestro y además tuviera graves consecuencias.
Según el informe brindado a EL HERALDO por parte de fuentes policiales, el conductor de la moto Rocket 125cc, un joven mayor de edad que no fue identificado, resultó politraumatizado con fractura expuesta en una de sus rodillas. En tanto el acompañante, otro joven mayor de edad, resultó también politraumatizado y se encontraba este lunes internado en la sala de cirugía del Hospital Florida.
Uno de los adolescentes que circulaba en la otra motocicleta resultó politraumatizado y fue derivado a Médica Uruguaya siendo posteriormente dado de alta.
En tanto, quien se llevó a la peor parte fue un adolescente de 15 años, que circulaba como acompañante en la moto Yumbo 110cc y resultó politraumatizado con traumatismo grave de cráneo y este lunes permanecía internado en estado de coma en el Centro de Terapia Intensiva (CTI) del Hospital Florida.
IMPRUDENCIAS
Si bien este lunes se habló mucho de las picadas y de otras imprudencias que se ven a diario en las calles de Florida por la noches, desde la policía no se confirmó nada de esto, aunque sí varias irregularidades que deberán ser comprobadas como el casi seguro exceso de velocidad y el estado de las motocicletas. Según se informó, las motos luego del brutal choque quedaron completamente destrozadas, pero las mismas ya eran “pedazos” de motos antes del siniestro. Motos reconstruidas con partes y al parecer sin frenos correctos o luces en condiciones.
Algo que se comprobó y que sin duda fue clave, por lo menos en la grave lesión sufrida por el adolescente que este lunes se debatía entre la vida y la muerte en el CTI del Hospital local, es que ninguno de los cuatro jóvenes protagonistas del siniestro llevaba puesto el casco protector.
Fuentes consultadas explicaron que es muy común que los fines de semana en horas de la noche y en la madrugada los jóvenes circulen sin casco porque no hay inspectores que controlen su uso.
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