El jerarca de Ancap, ente que aportó 200 bolsas de Portland
para el arreglo de las casas que se llovían, remarcó por un lado la alegría de
“dar seguridad” a los vecinos y por otro “el desafío de trabajar mucho” para
denunciar a quienes arrojan residuos en el lugar.
“Estamos contentos con los vecinos, viendo que el tema de
las humedades, el arreglar su casa sin correr riesgos de electricidad y vivir
con tranquilidad, fue una buena solución técnica y en conjunto con la gente de
la comuna”, dijo en rueda de prensa tras recorrer el final de obra.
Empero, apuntó al visible problema de la higiene en el
lugar, donde hay un pequeño vertedero conformado a orilla del río Santa Lucía
Chico que, pese a limpiezas de la comuna, se ha vuelto endémico.
“Este es un barrio precioso donde hay que trabajar mucho
en la higiene. Hay un problema de higiene. Hay gente mala que viene de otros
lados y ensucia, la misma gente de acá tiene que denunciar al que le quita la
belleza y la salubridad”, dijo Amaro.
El basural está frente a las viviendas, junto a la
plazoleta José Cúneo, al final de la calle Carlos Gardel.
FLORIDADIARIO
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