Murió Roberto “Pajarero” Cabrera: el corredor del pueblo

Roberto Cabrera junto a otro corredor floridense: Marciano Durán.

Desde hace muchos años Roberto Cabrera Trucido apenas si podía caminar. Pero a la hora de correr no tenía problemas. Lo vi pasar de ese estado casi alertagado hacia un movimiento de piernas que era difícil de comprender.

En esa oportunidad le hacía un reportaje televisivo junto a Cristhian Martínez, que asombrado como yo, lo seguía cámara en mano, mientras pasaba de la pasividad a ponerse la musculosa con los colores de Florida y emprendía la carrera. El rojo y el blanco pasando por las calles de Florida era sinónimo de “El Pajarero” corriendo.

Fue de las primeras veces que confesó que tenía la intención de morir así, corriendo las calles de su Florida querida. Vivía humilde y ni siquiera conservaba los trofeos que me contó entonces, los regaló a Alfredo Cambón, quien “era el que me daba una mano y yo se los regalaba, porque no eran importantes”.

Pero si se conversaba más de diez minutos con Roberto era inevitable hablar de los pájaros, por el cual llevaba el mote . En ese entonces vivía frente al río Santa Lucía Chico. “Cada pajarito tiene su silbido particular. Acá el amanecer es hermoso y yo me levanto temprano para escucharlos a todos”, me contaba aquella vez.

Roberto no hablaba mucho. Tomaba mate temprano, salía a “entrenar un rato” y se preparaba para la carrera de turno hasta que se retiró pocos años antes de morir, casi como él quería, corriendo, aunque prácticamente en eso se le fue la vida.

Hoy no sólo lamento la muerte de Roberto, sino también el haberme sido imposible poder recuperar aquel reportaje y no poder cotejar a tiempo nuestro parentesco, aunque ahora son detalles menores.

El reclamo de un justo homenaje es lo que corre hoy. El ex intendente Giachetto le entregó medalla y bandera en una 8k, mientras que la administración Enciso le puso su nombre, con él presente, a una serie de competencias.

Pero ambos, aunque se agradecen, están lejos del tipo de homenaje que debería tener el hombre como ejemplo de perseverancia, esfuerzo, respeto y orgullo de llevar los colores de su ciudad en el pecho y dejar el alma para ponerlos en lo más alto que pudiera desde su amateurismo como atleta.

Difícilmente pueda igualarse la voluntad de “El Pajarero”, corredor del pueblo floridense, que hoy sin duda está de luto y que, más allá de homenajes, Florida lo tendrá para siempre en el recuerdo.

ALEXIS TRUCIDO