domingo, 24 de junio de 2012

Otro caníbal en Estados Unidos ¿qué está pasando?

El pasado 18 de junio en Estados Unidos, una mujer de 35 años, que supuestamente había consumido la droga sales de baño, falleció horas después de recibir un choque eléctrico de parte de la policía quien intentó detenerla por golpear brutalmente a su hijo de tres años.
La fallecida fue identificada como Pamela McCarthy quien calificada por sus vecinos, actuó como una persona con una fuerza desproporcionada y un comportamiento altamente agresivo.
Según testigos, McCarthy había golpeado violentamente a su hijo frente a una vecina, y no dejó de agredir al niño hasta que llegó su esposo y pudo ponerlo a salvo llevándoselo del lugar. Durante el episodio McCarthy cayó por las escaleras pero se levantó como si nada.
Luego comenzó a quitarse la ropa en la calle y la lanzó directamente a los vecinos. Los presentes llamaron a la policía y al llegar, las autoridades intentaron detenerla con una descarga eléctrica que horas después provocó su muerte.
Este es un caso más de agresividad atribuido a la droga sales de baño. Autoridades estadounidenses trabajan en una nueva ley para prohibir la venta de esta sustancia.
MÁS CANÍBALES, COMO EN LAS PELÍCULAS
Este pasado jueves, otro hombre de Estados Unidos fue detenido después de morder a una persona y resistirse a las autoridades cuando se encontraba bajo la influencia de "algún tipo de droga desconocida", informaron hoy las autoridades. 
El suceso ocurrió cuando Charles Baker, de 27 años, se presentó en la casa de su novia para visitar a sus hijos y cuando le abrieron la puerta comenzó a maldecir, a gritar y a quitarse toda la ropa, según un informe de la oficina del alguacil del condado de Manatee, en la costa oeste de Florida. 
Baker siguió gritando, empezó a lanzar los muebles alrededor de la casa y cuando otro hombre, identificado como Jeffrey Blake y que se encontraba en la casa, intentó detenerlo, lo mordió y le arrancó un trozo de carne de un abrazo. 
La víctima, de 48 años, logró someterlo hasta que agentes de la policía se presentaron en la vivienda en el momento del suceso, ocurrido el miércoles por la noche.  "Cuando los agentes llegaron, Blake liberó a Baker, quien se levantó y no acató las órdenes de los policías, los encaró, tensó su cuerpo, apretó los puños y gritó", según el comunicado de la oficina del Alguacil. 
Después de aplicarle varias veces la pistola de descargas eléctricas, las autoridades lo arrestaron y lo trasladaron a un centro médico para someterlo a una evaluación antes de llevarlo a la cárcel. 
El caso de este hombre, que afronta un cargo de agresión con agravante, se suma a otros dos ocurridos recientemente en el sur de Florida y cuyos protagonistas también han sido identificados como "caníbales" por los medios locales. 
EL PRIMERO

En mayo pasado, Rudy Eugene devoró el 75 por ciento del rostro del indigente Ronald Poppo en un lateral de una rampa de una transitada autopista de la ciudad, lo que le valió el apelativo de "el caníbal de Miami". 
Las autoridades investigan si actuó bajo los efectos de la droga sintética "sales de baño " que se vende como "Cloud 9" o "Ivory Wave", entre otros nombres. Poppo se recupera en un hospital, pero es posible que quede ciego y necesite someterse a varias operaciones más para que le reconstruyan el rostro.
"Sales de baño", la nueva droga.
Eugene, de 31 años, también gruñó al policía que intentó detenerle cuando desnudo arrancó con sus dientes la nariz, los ojos y parte de la frente de Poppo. Un agente tuvo que dispararle varias veces y "el caníbal" falleció. 
EL SEGUNDO
Semanas después de ese incidente, el indigente Brandon De León fue detenido por conducta desordenada, gruñó a dos policías, amenazó con devorarles y trató de morderlos. 
"Brandon gruñía, abría y cerraba la boca y rechinaba los dientes como lo hubiera hecho un animal (...)", indicaron agentes en un informe. 
Las autoridades comprobaron que De León había consumido "Cloud 9", una especie de cocaína sintética que induce a cometer actos de extrema agresividad.  Varias ciudades del sur de Florida han aprobado ordenanzas para prohibir su venta y los expertos aseguran que produce psicosis, delirios, alucinaciones auditivas y táctiles, agresión y elevan la temperatura corporal.
Agencias Internacionales

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