En un nuevo hecho de violencia doméstica, una mujer fue degollada por su pareja en la localidad de Fray Marcos, 60 kilómetros al este de la capital departamental de Florida.
El hecho ocurrió en la madrugada del sábado. La mujer fue identificada como Silvia Moreira Martínez, de 32 años de edad.
El matador fue identificado como R.B.F.T., de 39 años de edad. El hombre, que tenía prohibición de acercarse a la mujer, venía acosándola pese a la restricción judicial; ella también tenía restricción judicial.
Silvia Moreira Martínez no llegó siquiera a imaginarse el dramático desenlace que tendría una salida a un baile. Al volver de su noche de diversión, su ex pareja la mató de cuatro puñaladas. Silvia había salido con unas amigas hasta la localidad de Chamizo a pocos kilómetros del lugar. Cuando regresó en la madrugada del sábado, el filo de la hoja que la hirió mortalmente se hundió primero en el cuello, luego a la altura del hígado y otras dos veces en la espalda de la joven mujer, madre de una adolescente que se convirtió en principal testigo del hallazgo.
Tanto el hombre como su mujer tenían prohibido acercarse. Hacía al menos dos años que estaban separados. No tenían hijos en común, pero sí cada uno por separado.
Cuando la hija adolescente regresó del liceo, sobre las 15.30, entró por el pasillo lateral de la casa y allí estaba su madre, ensangrentada. Otra mujer sintió los gritos de la menor. Al ver la escena llamó a un médico y a la policía, pero los esfuerzos serían inútiles.
En la madrugada, RBFT la había esperado en el patio de la casa en donde le asestó las puñaladas. “Era una muchacha buenísima. Fue patético lo que vimos”, dijeron los vecinos.
El asesino, que en la tarde del domingo participó de la reconstrucción a cargo del juez Dr. Gustavo Iribarren, fue enviado a prisión por el delito de homicidio.
Silvia Moreira Martínez no llegó siquiera a imaginarse el dramático desenlace que tendría una salida a un baile. Al volver de su noche de diversión, su ex pareja la mató de cuatro puñaladas. Silvia había salido con unas amigas hasta la localidad de Chamizo a pocos kilómetros del lugar. Cuando regresó en la madrugada del sábado, el filo de la hoja que la hirió mortalmente se hundió primero en el cuello, luego a la altura del hígado y otras dos veces en la espalda de la joven mujer, madre de una adolescente que se convirtió en principal testigo del hallazgo.
Tanto el hombre como su mujer tenían prohibido acercarse. Hacía al menos dos años que estaban separados. No tenían hijos en común, pero sí cada uno por separado.
Cuando la hija adolescente regresó del liceo, sobre las 15.30, entró por el pasillo lateral de la casa y allí estaba su madre, ensangrentada. Otra mujer sintió los gritos de la menor. Al ver la escena llamó a un médico y a la policía, pero los esfuerzos serían inútiles.
En la madrugada, RBFT la había esperado en el patio de la casa en donde le asestó las puñaladas. “Era una muchacha buenísima. Fue patético lo que vimos”, dijeron los vecinos.
El asesino, que en la tarde del domingo participó de la reconstrucción a cargo del juez Dr. Gustavo Iribarren, fue enviado a prisión por el delito de homicidio.
FLORIDADIARIO
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