sábado, 4 de febrero de 2012

Zamin Ferrous y su minera dividen a Valentines

Aunque la situación aparece más calmada que meses atrás, en la localidad de Valentines (donde se encuentra la base de operaciones de la minera Aratirí) se respira la tensión entre los vecinos, ya que quienes apoyan el emprendimiento minero culpan a los productores rurales por la actual suspensión de los trabajos.
Incluso se da el caso de productores que han dejado de ir a Cerro Chato a cargar combustible y viajan hasta la localidad de Batlle y Ordóñez debido a que en la primera de las localidades mencionadas era donde la multinacional tenía más apoyo. Sobre el argumento de los defensores de la minera de que ésta trajo trabajo y dinero a la zona, comentaba un productor rural consultado por EL HERALDO.
“La minera tiene millones de dólares disponibles que en su presupuesto ya está estipulado para eso mismo, para repartir y para comprar la conciencia de los actores sociales de la zona donde se instala. Forma parte de su estrategia, repartir dinero al principio, para los comerciantes, para esto, para lo otro, hacer donaciones, son técnicas de compra para minimizar el choque de la gente que se opone a estos proyectos.”
“La minera contrató a muchos jóvenes, muchos con 18 años recién cumplidos, y les dio camionetas a todos. Había botijas que nunca habían manejado en su vida y andaban en las camionetas llevándose a todo el mundo por delante, como si fueran los dueños de todo. Pero muchas veces terminaban con las camionetas de poncho, porque no tenían experiencia ninguna y andaban a lo loco. Fácil se rompieron 9, 10 camionetas de esa manera”, nos contaba un vecino de Valentines.
Para la multinacional india el proyecto va dentro de lo planeado.
ENFRENTAMIENTOS
La división entre los partidarios de la minería y sus críticos llegó a tal extremo que causó la enemistad entre vecinos de toda una vida. “Hubo una movilización el año pasado a favor de los empleados de la minera, incluso se armó un piquete en la ruta. Si no parabas a agarrar un folleto te insultaban. Yo venía en mi camioneta y uno me gritó: “Ya andás otra vez con ese cascajo”. Y le contesté: “Sí, pero este cascajo es mío, y la camioneta en la que andás vos no es tuya”. Como conocen mi carácter a mí me dejaron pasar sin problemas”, relataba un tercero.
“La minera contrató mucho guriserío joven, que los usan después para ponerlos en contra de los productores. Pero ellos (los jóvenes) no se dan cuenta que esta es la única vez que van a trabajar. Esos muchachos que ahora tienen veinte y pocos años, cuando esto se termine van a tener cuarenta, pero aquí no van a trabajar más porque no quedará nada, y vaya a saber cómo estará su salud, porque ellos mismos se van a enfermar de toda esa porquería, con los explosivos que van a usar.”
Diario EL HERALDO

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