Ganaban U$S 2.000 diarios con el juego de la mosqueta

El Ministerio del Interior desbarató una banda que realizaba el juego de la mosqueta en Montevideo y lograba un ingreso diario de $ 2.000 para cada integrante. Catorce personas están a disposición de la Justicia y hay más involucrados.

Varias personas rodean un cajón donde un hombre gira un grupo de vasos, uno de los cuales esconde una pelota. El objetivo es adivinar donde está escondida la bola, una tarea que parece fácil pero resulta imposible. En un trabajo que se extendió durante varios meses el Ministerio del Interior desbarató una banda que engañaba a transeúntes mediante el juego de la mosqueta.
Se trata de unas 14 personas que estafaban personas en distintos puntos del centro capitalino. Asimismo, hay más identificados que serán detenidos en las próximas horas.

DOS MIL DÓLARES POR DÍA

Dos mil pesos diarios por persona era el resultado final de toda una jornada de trabajo para los aproximadamente veinte integrantes de la banda, lo que implica un total de $ 40.000 diarios, equivalentes a U$S 2.000. Cada uno de los integrantes tenía un rol definido dentro de la organización. Junto a la persona que mueve los vasos y esconde la pelota varios integrantes de la banda, en su mayoría mujeres, funcionan como falsos apostadores que fácilmente ganan atrayendo al público.
Los detenidos fueron interrogados por la Policía y hoy declararán ante al juez de primer turno, José Carlos Fernández Lecchini. Todos los detenidos tienen antecedentes penales por lo que puede aumentar su sanción.
Una de las personas que fue detenida manifestó durante el interrogatorio que "no sabía hacer otra cosa". Este hombre, de unos 30 años, realizaba este juego en el centro de Montevideo desde hace poco más de 10 años.

UNA ORGANIZACIÓN PERFECTA
La banda tenía una forma de trabajo muy ordenada. Rotaban de lugar para de esa forma evitar a la Policía. Mientras uno de ellos se encargaba de hacer el juego varios lo rodeaban. Además de los apostadores, varias personas funcionan como campanas para alertar de la presencia de la policía.
El rol de las mujeres en el grupo era calmar a las personas que se ponían nerviosas al constatar que habían perdido su dinero. Se mostraban gentiles y los "ayudaban" a alejarse del lugar.
Uno de los puntos principales donde su ubicaban era la avenida 18 de Julio en las puertas del Instituto de la Juventud (Inju), frente a la Universidad de la República, el Ministerio del Salud Pública o en las inmediaciones de la terminal de Tres Cruces.
El director General de Información e Inteligencia, José Colman, explicó que pese a ubicarse en distintos lugares se trata de la misma banda, que se traslada para evitar ser identificados por la Policía.
Las víctimas más frecuentes eran jubilados que decidían apostar parte de su jubilación. La proximidad con el Banco de Previsión Social (BPS) hacía que estas personas se acercaran motivadas con la posibilidad de multiplicar su dinero y terminaran perdiendo altos montos. Varios turistas también fueron estafados con la misma modalidad.
El juego de la mosqueta consiste en esconder una pelota en uno de los tres vasos. Estos son presentados arriba de un paño.
Una de las personas es la encargada de mover los vasos y esconder la pelota para que ninguno de los jugadores gane. Los recipientes son movidos velozmente con el propósito de marear al apostador.
La pelota utilizada por estas personas es de goma espuma lo que permite esconderla en su mano en uno de los movimientos. Esto permite que siempre gane la banca.
Esta práctica también se realiza en ciudades como Buenos Aires o Tel Aviv (Israel) con otras variantes como pueden ser las cartas.
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