Florida fue invadida una vez más por el rock con la edición de una segunda fiesta que, más de allá de la marca “fest” que algunos asociaron, tuvo el sello de la Piedra Alta.
“No sé cuanta gente hubo, no me importa, esto es una fiesta”, dijo Richard, un alocado joven que cerveza en mano saltaba entre la multitud, las luces y los fuegos artificiales.
Con sus seguidores, las bandas, locales y nacionales, convocaron tal como se esperaba y en un clima excepcional, donde además de temperatura hubo rock, agites, alcohol y paz.
Media Hora, Nítrica y Rockerfor marcaron buena presencia en un escenario acorde para un festival y que dejó casi desconocido al Teatro de Verano, ese que parece “apagado” con otros espectáculos – y no por sus artistas sino por su logística y ambientación- brilló con un marco destacadísimo.
Trotsky Vengarán, Buitres y Hereford, no solo presentaron sus discos, sino que lograron abarrotar vallas que casi se vienen al piso y que definió lo que Florida tuvo a su medida y en un segundo festival de rock masivo para el departamento que volvió a pasar con buena nota.
“Esto sigue demostrando que se puede hacer un espectáculo de rock en Florida”, aseguró en el final de semana el intendente Carlos Enciso.
Y es que los jóvenes se portaron. Aunque el sábado no llegaron en demasía, la asistencia no empequeñeció el escenario floridense que volvió a gustar por acústica y cercanía.
Esta vez fue Hereford el primero en sacar el agite, con saltos más consumados cuando después Trotsky sumó en ritmo y estruendosas notas que marcaron la apertura de Buitres, que terminaron explotando ganas contenidas bajo un show de fuegos artificiales que el cielo no podía esperar para cerrar el pequeño gran festival.
FLORIDADIARIO
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