“Soy del Prado Español y me siento mal. Soy un ama de casa que lo único que pide es saber ¿cuándo va a parar todo esto? Acabo de bajar al almacén y los repartidores de leche no vienen más, el gas tampoco llega, ya ni los que reparten refrescos vienen. ¿Hasta cuándo tendremos que soportar esto?”.
Las palabras corresponden a un “ama de casa” que este lunes realizó un llamado más que desesperado al programa radial Exitorama Siglo XXI de CW 33 La Nueva Radio Florida.
La desgarradora llamada, responde a una mujer desesperada por una situación que se arrastra desde hace ya dos años, cuando los desmanes comenzaron a hacer mella en una buena parte del barrio Prado Español de la ciudad de Florida, en la zona más sureña de la ciudad contra el río Santa Lucía Chico, donde se ubica el complejo de viviendas del OC-10, donde viven más de 400 personas.
A raíz de los continuos robos que diferentes distribuidores de la ciudad de Florida venían sufriendo, las empresas a cargo de dichos servicios decidieron no ir más a determinadas zonas, en una forma de discriminación pocas veces vista en la ciudad de Florida.
Los repartidores de supergás dejaron de ir porque los asaltaban o les robaban las garrafas de 13 kilos. Los repartidores de leche en bolsa tampoco van porque se roban el producto que dejan en los comercios y los comerciantes no se hacen responsables de los hurtos. Tampoco van repartidores de refrescos y algunos comestibles. Ante esta situación, de marginación forzada de vecinos que pagan los mismos impuestos que todos los que vivimos en la capital del departamento, la desesperación comienza a aflorar.
“Tenemos que poner rejas hasta en los baños, porque se meten por cualquier lado, y no importa si uno vive en el primer o en el último piso, entran igual”, señaló la oyente. Agregando que “esto llegó a un límite en donde ya no sabemos a quién dirigirnos. Y lo que no nos cabe en la cabeza es que sea tan difícil poder controlar a estos chicos que hacen lo que quieren en el barrio. Creo que a esta altura de los acontecimientos, la policía debería haber actuado con más ímpetu, la Justicia también y los señores ediles deberían jugársela un poco más. El problema es que nadie vive por esta zona, nadie nos representa y eso se nota”.
Diario EL HERALDO
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