domingo, 27 de febrero de 2011

"Él no peleó, ni rompió botellas"

Por ALEXIS TRUCIDO

Humberto Carballo está consternado. Pese a que el homicida de su hijo Ezequiel de 17 años ya está en prisión, él no encuentra consuelo por "la imagen que se mostró" del adolescente.
Tras la audiencia judicial, Juan Carlos Cabalgante Botaro (22) fue enviado a prisión "por un delito de homicidio", según dispuso la juez Gabriela Araújo.
El crimen se produjo en General Flores y Rincón, a unos de 30 metros del bar "La Rinconada", donde se iniciaron los hechos.
Las primeras versiones indicaron que el joven estaba en medio de una riña.
Empero, el preocupado padre indicó a El País que su hijo "no fue a participar".
"Sólo le tomaron declaraciones a los testigos que estaban con esta banda que había marcado el lugar como una zona roja donde ellos mandaban. Él no peleó y ni cortó botellas porque mi yerno estaba al medio, y también su hermano mayor con quien fue el problema", cuenta Carballo de 46 años.
Reconoce que su hijo menor fue al bar. "Ellos fueron a pasar un rato, a jugar un pool y a tomar una cerveza. Les dijeron que allí era una zona roja. `Para poner un tema en la rocola nos tiene que pedir permiso, somos los dueños del barrio`, fue lo primero y ahí el dueño los sacó para afuera, se pelearon con mi hijo mayor y el asesino fue a la casa corriendo a buscar una cuchilla"
Según el relato, otro joven tomó del brazo a Cabalgante y le pidió que reflexionara.
La presencia de adolescentes varones y mujeres, el consumo de drogas, alcohol y la exteriorización de los problemas, llevaron a que los vecinos solicitaran el cierre del bar a las autoridades.
El País Digital

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