Por A. TRUCIDO"La escuela se levanta tan rápido como se quemó. Cuesta creerlo", dice Francisca, la cocinera de 52 años, que hace un año y medio se encontró con el fuego consumiendo la escuela N°46 de Paso del Rey en la localidad de Chilcas y Chingolas.
El martes a las 8.18 en la propia localidad el intendente de Florida Carlos Enciso y el encargado de la empresa Umissa, Alejandro Lagrenade -que donó el edificio completo- anunciaron el comienzo de la obra. Periodistas, miembros de la Comisión Fomento, maestra, directores de la comuna y 15 trabajadores comenzaron la construcción del local escolar.
"Lloré mientras se quemaba. Esto es la misma emoción", cuenta ahora la funcionaria. "Con la escuela de Chilcas también construimos futuro", reza el logotipo de camisetas y gorros que uniformaron a todos los colaboradores.
Con "el método de construcción más rápido del mundo", según Lagrenade, a las 11.15 se empezó a colocar el techo y hubo asombro en el paraje de 50 habitantes, 18 casas y ubicado a 108 kilómetros de la capital departamental.
Junto al aljibe, donde estaba la escuela quemada, se erigen ahora 125 metros cuadrados de estructura de aluminio, paneles de doble placa cementicia con espuma de mediana densidad, cielorraso de yeso, membrana de fibra de vidrio y un techo liviano de cinc que ya conforman el nuevo centro educativo. "Soporta vientos de 300 kilómetros, sismos, es ignífugo (que protege contra el fuego), térmico y antihumedad. Es lo mejor que le puede pasar a una escuela y está aprobado por la norma más exigente como la norteamericana", dice Lagrenade.
Miriam Abreu es la maestra directora; por un año y medio estuvo a cargo de 13 niños de jardinera a sexto que tuvieron clases en la capilla San Pedro Apóstol y la policlínica Países Bajos. "Estábamos apretados, con frío y en una capilla que se llovía como afuera", cuenta.
La nueva escuela quedó pronta el miércoles, 40 días antes del plazo establecido. Costó más de US$ 60.000, la mayor parte provino de donativos de floridenses y amigos en Canadá, entre muchas otras.
El País Digital
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