La Intendencia de Florida prohibió el ingreso a la planta de OSE de camiones de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole) que cargan agua para transportarla a la usina Nº 7 de la empresa láctea, en la Ruta 5.La medida fue adoptada luego de un largo proceso de reclamo de los vecinos que viven junto a la planta potabilizadora de OSE y a la preoupación por el deterioro de las angostas calles del barrio Aguas Corrientes, recién pavimentadas y que tienen pluviales nuevos.
El Intendente Fernando Lamas indicó que “no sólo se trata de la construcción de los pluviales, sino del tráfico de camiones cisterna de mucho porte en una zona que cambió mucho, el riesgo de accidentes y de destrozo” de las calles.
Lamas dijo que la empresa tiene 30 días desde emitida la resolución el miércoles 14 de abril, para manifestar su voluntad de solucionar el problema. El director de Conaprole, Wilson Cabrera, aseguró que no tiene “novedades” sobre la medida dispuesta. “No vamos a declarar nada, además, creemos que no nos van a dejar sin agua”, apuntó. Desde la Intendencia se indicó que la resolución es pública porque está en la web, por lo que la empresa no puede darse por no enterada.
A la planta de OSE “llegan hasta 20 camiones en una jornada de alta demanda”. Permanecen con el motor encendido por varios minutos frente a las viviendas y “producen daños en las calles”, dijeron vecinos, fuentes de OSE y del municipio. El cruce de las calles 18 de Julio y Pacheco y Obes es la zona de conflicto. “Hemos levantado firmas más de una vez. Tiemblan las casas, los camiones vienen a elevada velocidad, a veces hay varias filas”, relató la vecina Beatriz Laudicio.
Camiones de 12.000, 17.000 y 25.000 litros cargan y transportan agua a la usina de Conaprole que elabora 1.000.000 de litros de leche en polvo y 220.000 de crema por día. Conaprole no logra el completo abastecimiento pese a contar con una perforación.
OSE comenzó a analizar las posibilidades ya que habrá que atender el problema. La primera medida para solucionar el problema “es terminar de habilitar un ramal frente al frigorífico (en los accesos por Ruta 5) y allí instalar una cámara con una manguera gruesa y un medidor”, indicó el ingeniero Miguel Vidovich.
La segunda línea de trabajo es que los camiones tomen agua de algún hidrante en la ciudad en un punto menos engorroso. Vidovich indicó que para cualquiera de los casos, Conaprole deberá costear parte de las nuevas instalaciones.
OSE tampoco descarta la posibilidad de una extensión hasta la planta, pero se trata de una erogación elevada. “OSE está dispuesta a poner una parte”, aclaró Vidovich.
Los camiones para llevar agua a la planta de Conaprole estacionan en la calle. Desde la usina potabilizadora de OSE en Florida sale un tubo de varios centímetros con un chorro de 7 kilos de presión. “Un verano estaban cargando y el chorro se corrió y fue a dar a la ventana de una casa que terminó con el cuarto inundado”, dicen vecinos.
FLORIDADIARIO
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