El presidente electo José Mujica recibirá en la mano un sueldo líquido cercano a los $ 32.000, pese a que el salario del presidente de la República ronda los $ 250.000 por mes. El futuro mandatario mantendrá el criterio del Movimiento de Participación Popular (MPP), que “topea” los sueldos jerárquicos en esa cifra.Si bien Mujica ya no pertenece al sector, fuentes del FA indicaron a Ultimas Noticias que su intención es “aplicar el mismo criterio y destinar la diferencia a un fondo para financiar viviendas”. Los números serán todavía más austeros para Ana Olivera que en caso de resultar electa intendenta de Montevideo cobrará $ 16.500 por mes, de un salario que supera los $ 100.000, dado que el Partido Comunista (PCU) fijó el tope en esa cifra. Los comunistas utilizan la mayor parte de sus recursos para financiar la deuda asumida a comienzos de la década de 1990 cuando se produjo la crisis del sector. “Nos quedamos con las deudas y sin los cargos y hasta ahora pagamos para que nuestros compañeros no se quedaran sin sus casas, que habían hipotecado para hacer campaña”, indicó a Ultimas Noticias el secretario general del sector, Eduardo Lorier.
Explicó que el tope de $ 16.500 responde al objetivo de lograr que “un legislador, un ministro o un intendente gane lo mismo que un obrero medio de la industria. Está vinculado a no alejarnos de nuestros usos y costumbres. Creo que incluso en la actualidad, los obreros ganan un poco más que nosotros”.
La medida, sin embargo, se aplica solo a los “orgánicos”, ya que el PCU “no puede darse el lujo de perder el aporte de compañeros valiosos que vienen de la actividad privada”.
El PCU, el MPP y la Corriente de Acción y Pensamiento (CAP-L), que tienen el mismo criterio de “topes”, son los únicos que limitan los ingresos. En el resto de la izquierda las retenciones son porcentuales, varían dependiendo de los sectores e incluyen, en todos los casos, la obligación de volcar el 15% al FA.
El Partido Socialista (PS) se queda con el 50% de los ingresos de sus dirigentes con cargos jerárquicos, aunque la cantidad varía porque el sector busca mantener un nivel de vida “digno” y plantea diversos “pisos” según el cargo. A modo de ejemplo, los legisladores ganan en la actualidad un sueldo promedio de $ 35.000 sobre un salario que ronda los $ 80.000 líquidos por mes. El MPP, el PCU y el PS aplican un sistema de “salarios” a sus representantes en los cargos de conducción y particular confianza. Esto implica que realizan una retención de haberes y después pagan a cada uno lo que corresponde de acuerdo al criterio del partido. De esa retención hacen su aporte al FA, lo que permite a la coalición de izquierdas obtener todos los recursos al mismo tiempo y disminuir la morosidad que afecta a otros sectores.
En el resto de la izquierda, las retenciones son menores. La Alianza Progresista (AP) se queda con el 15% del sueldo y las partidas de secretaría de los legisladores, que superan los $ 70.000 mensuales. En la Vertiente Artiguista (VA), la retención es del 15% del salario.
En Asamblea Uruguay (AU), el 10% del ingreso de los legisladores, ministros, subsecretarios y cargos de confianza se destina al sector. Sin embargo, en el caso de los diputados de Canelones, aportan un adicional del 5% al FA de su departamento y otro 5% al sector canario.
Los más beneficiados son los jerarcas del Nuevo Espacio (NE), a quienes se les retienen las partidas de secretaría pero no se les toca el sueldo.
La Dirección Nacional del Movimiento de Participación Popular (MPP) analizará mañana la posibilidad de elevar el tope de $ 32.000 mensuales que perciben sus legisladores y jerarcas. El reclamo de quienes ocupan cargos jerárquicos es elevar en parte ese tope, dado que se entiende que es incluso levemente inferior a la canasta básica que maneja el semanario Búsqueda. Fuentes del MPP dijeron que “preocupa la posibilidad de que figuras importantes, que podrían realizar aportes, prefieran mantenerse en el ámbito privado porque los ingresos están muy limitados”.
En el caso de los tupamaros, de los $ 32.000 pesos que les quedan en la mano luego de volcar el 15% de sus ingresos al Frente Amplio (FA) y el resto al MPP, deben aportar $ 3.000 al Movimiento de Liberación Nacional (MLN-T). “La cantidad con la que vivimos llama la atención en todas partes del mundo. Es algo que hay que contemplar”, indicaron las fuentes.
El MPP divide los recursos que obtiene de los cargos jerárquicos entre el Fondo Raúl Sendic y los gastos de funcionamiento y campaña. De las retenciones a cada jerarca, se vuelcan $ 5.000 para el Fondo, que los utiliza para otorgar préstamos a pequeños emprendedores y a personas de escasos recursos que necesitan un “impulso” para iniciar un proyecto. La única garantía que se exige, es la palabra. El resto de los recursos son para mantener la sede, gastos de funcionamiento y para financiar los actos y la campaña, que según las fuentes “se lleva la mayoría del dinero”. Sin embargo, parte del sector tiene la convicción de que debe reafirmarse la imagen de “austeridad” que promueve el presidente electo José Mujica, por lo que se espera que el tema genere un amplio debate.
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