jueves, 20 de agosto de 2009

Celulares para estafas desde las cárceles

Por Alexis TRUCIDO

El teléfono celular es una herramienta que a un recluso en una cárcel le permite atravesar rejas y cientos de kilómetros para concretar estafas. Una seguidilla de casos se ha constatado este año.
Pueden ser falsos inspectores de la Intendencia o incluso prestamistas truchos que anuncian en radios y pueden operar desde una punta a otra del país. Desde el Comcar a Artigas o desde el Penal de Libertad a Florida. A veces, la complicidad de personas fuera de la cárcel es necesaria para terminar de concretar la maniobra.
En Artigas, todo comenzó con una denuncia en Salto. La víctima había efectuado un depósito en un local de pagos para recibir un préstamo de $ 50.000. Los préstamos eran anunciados en una radio de Baltasar Brum. El aviso incluía un número de celular para realizar el trámite. Los interesados debían abonar $ 4.000 para recibir el giro. Se registraron varias víctimas que lógicamente nunca recibieron el giro. Dos presos de Artigas y un hombre que retiraba el dinero de las víctimas fueron procesados por el caso.
En Cerro Largo, un recluso de Comcar efectuó varias maniobras. Se hacía pasar por inspector de bromatología y "enganchaba" a comerciantes del rubro gastronomía que revelaban pequeñas irregularidades en una indagatoria telefónica que realizaba el "inspector". Este amenazaba a los comerciantes con multas, pero los tranquilizaba enseguida: podían ser borradas del sistema enviando $ 5.000 por Abitab a nombre de una mujer de la cual el "inspector" pasaba los datos. Esa mujer fue detenida y recuperó la libertad porque dijo no saber cual era la procedencia del dinero. Pero el recluso que era la voz en el teléfono sí fue procesado por reiterados delitos de estafa.
INCREMENTO

En 2005, se hallaron 23 celulares durante requisas en cárceles. En dos años, el número se multiplicó por 10: 233. Ahora, en cada requisa se encuentran entre 20 y 60, aparatos. El hecho de que cada vez sean más pequeños y livianos facilita la introducción al establecimiento carcelario de estos aparatos y, de hecho, las guardias han hallado celulares hasta en papas ahuecadas. El mes pasado, hallaron 36 celulares en la cárcel de Canelones y recientemente 50 se requisaron en sólo dos módulos de Comcar.
EL 'INSPECTOR' EN FLORIDA

En las últimas horas volvió a ser procesado un recluso de 31 años que, desde el Penal de Libertad, llamó a varios comerciantes de la localidad de Fray Marcos y la ciudad de Florida. En una charla que comenzaba formal pero iba deslizándose hasta la confidencialidad indicaba al comerciante que se inspeccionaría su local por haber sido denunciado por un vecino o un empleado. Llamaba siempre al mediodía. Se identificaba como funcionario de la Intendencia. Luego indicaba que enviaría vía e-mail el formulario donde estaba la denuncia y el nombre del denunciante. "Para esto solicitaba a cambio 4 tarjetas de $ 150 cada una, de Movistar y 2 más de $ 100. Declararon dos víctimas a la policía. El recluso se identificaba como el inspector Juan Carlos Rodríguez o José Luis García", indicaron a El País fuentes consultadas. Anunciaban que las inspecciones serían en cuestión de días y las tarjetas eran a cambio de saber el nombre del denunciante y el tipo de denuncia. En otros casos, las víctimas pasaron tarjetas por $ 300 hasta para tres números telefónicos distintos, aunque se negaron a otros pedidos de más dinero.
Finalmente, la Policía llegó hasta dos reclusos del Penal de Libertad. "Al ser indagados bajo acta, uno de ellos admitió la autoría", comentaron fuentes policiales. La jueza Julia Staricco procesó con prisión a Germán Eduardo Otero Granja por "reiterados delitos de estafa". En el mes de junio, Otero ya había sido procesado por otra maniobra en Cerro Largo, Colonia, Río Negro y también Florida. En julio de 2007, fugó de la cárcel de Canelones donde estaba por copamiento y rapiña. Recapturado fue llevado a Libertad, donde se dedicó a las estafas.
LA CIFRA

86 es la cantidad de celulares que fueron requisados por la guardia, en junio, en la cárcel de Canelones y en dos módulos de Comcar.
TELÉFONOS PARA LA REINSERCIÓN

La gran mayoría de las cárceles cuenta con teléfonos públicos tarjeteros en los patios o pasillos. En algunos establecimientos del interior, como las chacras, cada preso tiene un cajón con su celular bajo custodia de guardias que se los facilitan cuando lo requieren y por un tiempo prudencial. Cerro Largo es la única cárcel que autorizó el uso del celular durante las horas de patio en una experiencia piloto. En ningún establecimiento de la Dirección Nacional de Cárceles está autorizado el celular, indicaron fuentes consultadas.
Las autoridades consideran que el uso de teléfonos celulares en establecimientos de mínima seguridad y en reclusos que tienen salidas transitorias para trabajar, ayuda a la progresiva reinserción del preso a la sociedad.
El País Digital

No hay comentarios:

Publicar un comentario