lunes, 23 de marzo de 2009

El Pilsen Rock fue un éxito pero...

A diferencia con los anteriores este Pilsen fue de menos a más. Pasó de una previa con poco público a un sábado con 60.000 personas y un domingo colmado tanto en el centro como en el parque de la Hispanidad; se superó en lo artístico y en la puesta en escena pero no en número de asistentes.
Sin dudas que el Pilsen Rock es un evento cuya evaluación empieza primero por la cantidad de público, en virtud de que es un fenómeno de masas, después viene todo lo demás: nivel artístico, comportamiento del público, entorno…

A pesar de los agoreros vaticinios el Sexto Pilsen Rock logró convocar 60 mil espectadores el día sábado, aunque se esperaban 100 mil. Se estima que este domingo se sumaron unos 50 mil fanáticos más pero unos 20 mil no se quedaron hasta el domingo, lo que cerró un Pilsen Rock 2009 con 90 mil almas. La Organización pretendía reunir 150.000 fanáticos –como el año pasado- e incluso los más optimistas hablaban de pasar esa cifra, pero la realidad es irrefutable, 60.000 almas vinieron el sábado y este domingo se incrementó esa cantidad, según datos extra-oficiales. Los datos oficiales no se conocerán nunca, sostuvo una fuente calificada, “porque hay un doble discurso, se cuidará que en los medios no se diga que hubo poca gente, pero en la medida que se escriban cantidades que dejan bien parados al evento no se saldrá a la prensa a corregir nada, no conviene hasta pagar los impuestos de AGADU que están en proporción con la cantidad de entradas vendidas o a veces en función de lo que a los inspectores ven a vuelo de pájaro”.
MENOS PÚBLICO PERO...
El número de asistentes igual es considerado un éxito por los duraznenses; todos reconocen que trabajaron menos. Las ventas mermaron en el rubro gastronomía, bebidas, alojamientos, transporte y venta de prendas como remeras alusivas al mega-evento. Muchos factores se manejan para entender la merma de público en el Pilsen Rock 2009.
En principio y a nivel general, se percibe que los jóvenes no estaban motivados como otros años, y en ese sentido, los anuncios publicitarios esta vez tuvieron algo que ver. La publicidad televisiva apuntó más al producto que al público, y -entre otros desaciertos estratégicos- no se mostraron imágenes donde el público objetivo se viera identificado.
Otro factor fue sin dudas la fecha. En octubre los jóvenes están finalizando las clases y con avidez por “desenchufarse”, en tanto que en marzo están todavía resolviendo el ingreso a clase. De todos modos, el productor del evento Claudio Piscerno dijo en varios medios de prensa, que hacerlo en octubre junto con las elecciones nacionales era una solución inadecuada.
Por otra parte, el anuncio a los cuatro vientos de que este año era el último en Durazno se cree que también hizo mella. Algunos jóvenes que querían la experiencia de estar en el más grande de los eventos ahora saben que pueden esperar, “no importa si no venís, ahora en algún momento le tocará a tu ciudad”, es el mensaje que se infiere.
En otro orden, no faltan los colegas que han sumado al collar de factores el hecho del cambio de estación radial oficial. Básicamente porque esta vez no tuvo una previa con tanta "manija" como antes, hecho considerado clave cuando de espectáculos multitudinarios se habla.
Durazno Digital

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