Desde muy joven Arocena ocupó encumbrados cargos de gobierno, representó el sentir de Wilson Ferreyra Aldunate durante la dictadura, lideró la ACF (Adelante con fe) en el retorno a la democracia, logró la Intendencia en el año 2000 y estuvo a escasos votos de mantenerla en las últimas elecciones.
Desde entonces a esta parte, Arocena debió pasar por estrados judiciales, enfrentó un procesamiento con prisión y se sometió a una compleja operación de prótesis de cadera, de la que se venía recuperando.
A fin de año reivindicó su derecho a ser candidato a la Intendencia en 2010, algo que se le había vuelto obsesión desde que se trazó el propósito de reivindicar su nombre ante la expresión popular del soberano.
Con esta consigna pendiente sus correligionarios -entre muchos de quienes generaba idolatría- atravesarán el trago amargo y deberán afrontar el 2009 electoral.
Diario EL HERALDO
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